Mi estreno

Es mi primer artículo y tengo unos nervios terribles. He pensado en varias cosas:

• El día del Corpus (siendo atea terminé llevando el palio para proteger la custodia, hay fotos que lo acreditan pero... demasiado larga la historia de mi día del corpus y ¿le interesará esto a alguien aun siendo tema candente la separación iglesia estado? ¿es noticia que una atea salga en procesión solo para satisfacer las tradiciones o darle gusto a su madre?)
• La visita del ministro de Trabajo a Extremadura (de cómo un emigrante crea una cartera a todas vista necesaria "Trabajo e Inmigración" pero...demasiada antigua la noticia, y ya se sabe que esto del periodismo es actualidad o no es, aunque cabe la duda de si esto que hago es periodismo o qué. También cabe la duda acerca de si el hecho de que un extremeño alejado de sus tierras se preocupe por la suerte de sus pares es un tema que en algún momento pierda actualidad. En todo caso, este señor va a volver por aquí tarde o temprano y ya hablaremos de él...)
• Mi diario como delegada del partido (me las prometía muy felices pensando que iba a ser mi yacimiento para el periódico por lo menos tres o cuatro artículos pero... demasiado corta, no salí delegada y se reduce a lo que duró la asamblea, hay que estar más atenta si se quiere llegar)
• ...

Y todas me producen una especie de sopor igual al que me dio la otra noche cuando mi santo quería que le escuchara sus divagaciones sobre la interpretación de sus nóminas. ¿A quien se le ocurre leerle las nóminas a su señora un viernes a las 12 de la noche...? ¿Qué esperaba? ¿Que le atendiera con los ojos abiertos y esperando el desenlace final?

Me dormí, hice grandes esfuerzos por escucharle (antes hice grandes esfuerzos por no partirle la cabeza, que es viernes, joder, día de relajo y sin prisas para poder hacer lo que te pida el cuerpo) pero me dormí.

Me despertaron sus palabras para que me fuera a la cama que estaría mucho más cómoda. Y me desvelé de tal modo que le tuve que suplicar que me contara de nuevo eso de las nóminas a ver si con suerte conciliaba de nuevo el sueño. O mejor aún, ya que me había desvelado ¿Por qué no jugar a algo?

Publicado en Extremadura 24 horas el 7 de junio de 2008