23.8.09

Lejos de mi escritorio

Estaré lejos de mi escritorio a partir de mañana y no sé hasta cuando. Mi santo me lleva de acompañante por tierras zaragozanas, desde el lunes a primera hora.

Por si no consigo conectarme a los interneses, dejo aquí mi regalo de cumpleaños para el martes día 25. Espero que te guste


21.8.09

He visto un caballo

Se llama Asier Etxeandia.


Bueno.

Comencemos por el principio.

Mientras estabamos recolocandonos en nuestros asientos (muy buena idea lo de poner cojines indicando fila y nº del asiento) se paseaba entre el público una señora con gabardina, pañuelo ocultando el pelo y maleta de emigrante años 60. Poco a poco fueron apareciendo más gabardinas masculinas que asemejaban periodistas.

El inicio fue una crítica al mundo de las entrevistas a famosos, me gustó.

La historia de Medea se ha contado de mil maneras, de ésta me gustaron algunas frases "La verdad no tiene interes después de sabida, la mentira engancha por siglos" o " Las ideas se mueren si no hay hombres que las defiendan" (o algo similar). En resumidas cuentas Medea se ve engañada por su Jason y en lugar de esconder la cabeca como haría el avestruz, toma sus medidas. Se le va un poco la mano, que eso de matar a los hijos ...

La puesta en escena es impresionate. Va de lo más clásico a lo más cotidiano. Me pareció ver muchas culturas sobre el escenario, perfectamente casadas con la trama. Incluso me pareció ver alguna referencia a laNaranja Mecáncia de Stanley Kubrick. La Portillo me gustó más en lo cotidiano, bestial, fuerte y contundente. Brillaba con erotismo doméstico

Al salir nos sorprendimos de haber estado casi dos horas sin sostribar la espalda, se nos pasó volando.

19.8.09

Una noche en el teatro



Esos puntinos rojos que se ven en la Cávea Ima Central Alta (en la zona azul), que están unos sobre otros; vamos a ser nosotras 5 mañana por la noche en el teatro romano de Mérida.

He roto la hucha para darme el gustazo de ver a Blanca Portillo. Necesito salir un poco de aquí, que me dé el aire.

Pero un poco más y no vamos. Que difícil hacer las reservas.

Petra llamó al número de teléfono que aparece en la web del teatro. Pero sin tener delante el plano, era complicado ver.

Se viene a casa. Pongo el plano en el ordenador y llamamos otra vez. Un ratito de música (que te jode pensar lo caro que te va a salir esa cancioncita, a precio de conferencia). Se pone un tal Pablo que sonaba a Paula. No llegamos a un acuerdo al pedirle localidades seguidas.

Nos metemos en entradas.com. Como era imposible 5 en la misma fila, nos decidimos por 5 en la misma columna. Pero no podemos hacer las 5 reservas de golpe.

Llamamos otra vez y otra vez hablamos con Pablo (que sigue sonando a Paula) y le detallamos los asientos que queremos. Santo y seña de la tarjeta de crédito (a la que Petra en un eufemismo llamó VISA) y en breve sus reservas en el correo electrónico.

¿En breve?

Fueron llegando una a una. Y sólo llegaban 4.

Otra vez a llamar.

Otra vez los datos de la rebautizada "VISA"

Y que están las 5 reservas.

¿Por qué no llegan los 5 correos?

Paciencia

Y llegaron los 5 correos.

17.8.09

Historia de una idea y su juicio para-lelo

Debía ser primeros de junio, estabamos con las actividades para el verano. Aporté como idea leer poesía bajo las estrellas.

No era nueva. Casaba tres cosas que me habían gustado:
  • Lectura pública del Quijote
  • Actuación de Adolfo Marsillac en el Festival de Teatro Clásico de Alcántara
  • El placer de que me leyera mi hermana Carmen cuando yo era pequeña y recordar las noches de tertulia en la que los más mayores nos contaban historias.
Quizás era algo que ya tenían pensado hacer desde hace mucho tiempo, diseñado entre el Colectivo Rosalazaro y la Asociación Amitur. Pero no se había hecho nunca hasta ahora y nadie me dijo nada cuando lo propuse.

No hubo mucho entusiasmo por lo que pensé que no era adecuado, o que no era completo, o que no se podía hacer, o yo que sé qué.

Pero se tomó en cuenta y apareció en el panfleto informativo de las actividades de verano.

Más o menos los trabajos eran:
  • Carteles para que se apuntara la gente
  • Reuniones para seleccionar los poemas
  • Reuniones para leerlos
  • Programa de mano
  • Cartel para anunciar el evento
  • Sonido, música ambiente, mobiliario, luces...
  • Preparar el espacio
  • ...
Y así se hizo en las tres primeras ediciones

Este año yo ya no estaba en la organización (estoy en el paro). Me acerqué al Ayuntamiento para apuntarme (y a mi hijo Pedro también). El responsable de la Universidad Popular no estaba por lo que le dejé recado a mi hermana (trabaja en el ayuntamiento). Ella se informa al día siguiente y me transmite que no hay que apuntarse, que ya está en marcha y los poemas adjudicados, que los niños no van a leer (ya se hará otra cosa para ellos). Estas son las conclusiones de su conversación con la bibliotecaria.

Me sentó fatal verme excluida, me sentó fatal ver que los niños no participaban, me sentó mucho peor enterarme que no era la única excluida. Se habían puesto en contacto con unos sí y con otros no (me refiero a los que habían participado en ediciones anteriores). Esto es crear diferencias gratuitas e innecesarias. Limitar intencionadamente la participación. Pero ¿con qué criterios? ¿quién elige los participantes? ¿cuales son las cualidades que eliminan o suman candidatos?

Pasaron unos días y recibo un correo de la bibliotecaria


... por el que deduzco que la organización no está a cargo de la Universidad Popular ya que el correo me lo envían desde la biblioteca (he difuminado la dirección por si las moscas, que nunca se sabe, lo mismo me denuncian por publicidad indebida).

Pero tampoco queda muy claro quien dirige el evento. Me pareció oportuno hablar directamente con Chiqui, supuse que era ella la directora. Sobretodo para decirle que no me parecía bien discriminar. Que hubiera sido mucho más acertado poner carteles y que se apuntara la gente libremente, así no se cometía el error de quedar nadie fuera. En la primera reunión se explicaba cual iba a ser las temática de esta edición. El que no quisiera leer poesía clásica, o el que se viera limitado para recitar ciertas cosas, se eliminaría solo.

Por lo que contesté con el siguiente correo...



También quería dejar claro que yo estaba fuera de tiempo. Con el paso de los días me iba enterando de a quienes se tenían como rapsodas aptos para recitar y a quienes no. Era interesante ver que los eliminados eramos mi madre, mi tío Santiago, mi hijo y yo.

Se me pasó el sofocón, estaba claro que era más una vendetta que un análisis pormenorizado de las cualidades de los rapsodas. Decidí pasar del tema, olvidarlo.

Pero uno de los elegidos vino a hablar conmigo. Primero me reconvino por no aceptar que fueran otras las personas que dirigían, otros los objetivos, otros los contenidos. Que no supiera encajar que esta vez no me tocaba mandar. Después de una larga conversación, pude explicarle que eso era incuestionable: nuevo director, nuevos objetivos, nuevos métodos. Incluso era incuestionable que no me quisieran. Pero que le cambiaran de nombre al acto, "Poesía bajo las estrellas" era abierto, participativo, familiar. Acabó pidiéndome que participara aprovechando el correo que me habían mandado, que me pusiera en contacto con Chiqui y olvidara todo lo ocurrido. Que era complicado para los que participaban verse en un fuego cruzado.

Había perdido el número de teléfono de Chiqui por lo que esperé a que viniera al pueblo. Coincidimos en la Casa de Cultura a la hora de las cañas y nos apartamos de nuestros grupos para hablar tranquilamente.

Chiqui me contó que era lo que quería hacer este año y su preocupación por crearse alguna enemistad con mi familia, a la que aprecia mucho. Que no venía al pueblo por dos días para crearse enemistades. Yo le conté cuales eran mis preocupaciones.

Me pidió que participara, le dije que sí siempre y cuando estuviera todo el mundo avisado, todos los que habían participado en ediciones anteriores. Quedamos en que se informaría ya que ella no tenía un listado de ese tipo.

Por la tarde me llamó y que todo estaba solucionado, habría poemas para los cuatro. El lunes día 10 me dió los poemas. El niño y yo los aceptamos, mi madre declinó por falta de tiempo y mi tio no lo pudo tener hasta el martes por la noche; la representación era al día siguiente. Santiago tampoco participó.

El miércoles a las 8 y media de la tarde estábamos en el escenario. Nos dieron los trajes, en el mio cabíamos yo y dos más, el tocado me costó un triunfo ponérmelo (necesitaba un libro de instrucciones) nadie sabía como se colocaba. Acepté hacer de ama.

Durante las dos horas que precedieron a la representación noté un ambiente hostil (por parte de algunos) hacia mi persona y la de mi hijo, pero no le quise dar mucha importancia, quizás fuera todo lo ocurrido anteriormente lo que me hacía pensar eso.

Pero aparecieron los programas de mano y en el texto de los agradecimientos, una de las cosas que salió en la conversación que mantuve con Chiqui. Parecía que lo importante era quedar muy claro de quien era la iniciativa de esto.

Mi intención inmediata fue coger a mi hijo y marcharme. Pero no iba a ser muy educativo para él. Tampoco me parece que es la mejor forma de hacer las cosas, por lo que tragué saliva y no dije nada.

Mi nombre estaba equivocado. Pasé a ser hija de madre soltera pues rezaba como Mª Hitos Esteban. Todos cometemos errores, no debía pensar que fuera intencionado.

Salimos todos al escenario y Jorge dio lectura a lo que está escrito en el programa de mano. Me sentí ridícula encima del escenario y ninguneada. Nos retiramos y se dio comienzo a la función.

El primero en salir era mi hijo. Nos iban anunciando con nombre y apellidos. Y otra vez equivocan los de mi hijo. En este caso no fue reconocida la paternidad de mi santo, pasó de ser Pedro Grados a Pedro Durán. El niño se quedó esperando que rectificara, cosas de niños. Esperé mi turno y salí a leer mi soneto. Me senté en el lugar que se me asignó y pasé la jornada bordando (haciendo con que bordaba, sólo llego hasta el punto de cruz) hasta que Pedro me dio señas que se estaba meando. Esperé a un espacio entre lectura y lectura y saqué al muchacho de la escena. Hubiera sido un buen momento para no volver, pero como no me caracterizo por mi valentía, volvimos a nuestros lugares sobre el escenario.

Terminó la representación y hubo algunas fotos y felicitaciones y esas cosas. Nos cambiamos de ropa y nos fuimos a casa.

El viernes día 14; mejor dicho, la madrugada del sábado 15 me puse a revisar mi correo mientras Pedro se dormía. Eran cerca de las 5 de la madrugada, habíamos estado de verbena. Y me encontré esto en la entrada "En qué estaría yo pensando":



No daba crédito a lo que leía. ¡Si habíamos estado juntos el día antes! ¿Por qué no me dijo nada? Le contesté en caliente lo siguiente:



Ahora en frío sigo pensando lo mismo. Esa es la razón de que haya soltado semejante textazo.

Estas historias me sirven para dos cosas:
  • ver lo casposo que somos y...
  • aprender a firmar mis trabajos

4.8.09

Palabras

La mayoría de ellas llegan a nosotros sin darnos cuenta. Pero algunas son especiales. Especiales por algo. En ocasiones por llegar en el momento justo para poder explicarte mejor. En otras ocasiones por llamar poderosamente la atención. Algunas son bonitas por sí mismas o por lo que representan. Otras son feas y cuesta decirlas. Otras cuesta escribirlas y las usamos en el lenguaje hablado pero las evitamos en el escrito.

He aquí una batería de palabras y a quien se las aprendí o donde:

  • a Mafalda le debo prolijo y obvio
  • a ID ratificar y muesca
  • a primero de empresariales obsoleto
  • a informática de gestión organigrama
  • a Felipe González demagogia ¿o era a Alfonso Guerra?
  • a los compañeros del módulo de promoción y desarrollo (principio de los 90) ningunear
  • a la blogocosa procrastinar (recuerdos a Panta y Antonio)