No faltó a su cita, el martes 4 de diciembre a las 5 de la tarde nos visitaba en nuestro Taller Literario. Me resultó cercano, muy cercano y me sorprendió su oratoria. No sé porqué tenía la idea de que los creadores son tímidos y complicados en el trato. Daniel es sencillo, sensible, amable (todo esto lo digo para que me perdone si las fotos que le hice con su cámara salieron mal... jejeje).
La verdad es que estaba un poco asustada, retraída. Nos habíamos leído dos de sus obras publicadas "El viento y las brasas" y "El proyector de sombras". Estaba retraída porque el viento y las brasas no me dejaban avanzar, creo que lo tendré que leer en otro momento. Con el proyector de sombras me sentí mucho más a gusto, más relajada.
Lo mejor de estos eventos es que te leen poemas inéditos, poemas que tienes que saborear rápidamente porque no los puedes releer. Lo malo es que me perdí en las imágenes que nos recitaba. Los dos poemas inéditos eran sobre personas que desaparecieron hace muchísimo tiempo, pero que Daniel nos hacía pararnos en su memoria (en lo único que queda después de la muerte), el cementerio alemán de Yuste y las sepulturas islámicas encontradas en Mérida. Cuando pienso que después de la muerte y muerta la última persona que me conoció desapareceré... viene Daniel a tirar mi teoría por tierra, lo mismo un poeta me recordará aunque no me haya conocido.
Y llegado a este punto me voy a tomar la medicación que creo que se me va la pinza. Les dejo con Daniel (la imagen del vídeo no es buena y el sonido pésimo, pero lo que dice es interesantísimo)
La verdad es que estaba un poco asustada, retraída. Nos habíamos leído dos de sus obras publicadas "El viento y las brasas" y "El proyector de sombras". Estaba retraída porque el viento y las brasas no me dejaban avanzar, creo que lo tendré que leer en otro momento. Con el proyector de sombras me sentí mucho más a gusto, más relajada.
Lo mejor de estos eventos es que te leen poemas inéditos, poemas que tienes que saborear rápidamente porque no los puedes releer. Lo malo es que me perdí en las imágenes que nos recitaba. Los dos poemas inéditos eran sobre personas que desaparecieron hace muchísimo tiempo, pero que Daniel nos hacía pararnos en su memoria (en lo único que queda después de la muerte), el cementerio alemán de Yuste y las sepulturas islámicas encontradas en Mérida. Cuando pienso que después de la muerte y muerta la última persona que me conoció desapareceré... viene Daniel a tirar mi teoría por tierra, lo mismo un poeta me recordará aunque no me haya conocido.
Y llegado a este punto me voy a tomar la medicación que creo que se me va la pinza. Les dejo con Daniel (la imagen del vídeo no es buena y el sonido pésimo, pero lo que dice es interesantísimo)
2 comentarios:
Cómo me alegro, María, que al final pusiste en marcha el Taller Literario, nosotros aquí en guareña aún no hemos tenido ninguna visita de autor, a ver si podemos deleitarnos igual que vosotros...por lo leído estuvo de maravilla, y es que tener la oportunidad de escuchar a un escritor, un poeta...mmhmmmm, no tiene comparación, verdad, compa?
Es una pasada poder escuchar al autor. El siguiente es Julián Rodríguez y viene el martes 18. Ya contaré
Publicar un comentario