A las dos de la madrugada del 8 de junio de 2007 nos colocamos en los asientos nº3 y 4 del autobús de la empresa "Amores". El conductor tenía un mosqueo del carajo, venía dejando un reguero de gasoil que ya hubiera querido Pulgarcito para saber el camino de vuelta a su casa; uno de los tornillos del filtro (eso es lo que alcancé a escuchar) se había roto; por un casual tenía uno de repuesto. Todo arreglado pero te queda eso de "empezamos mal, como este señor sea pelín borde.... veras el viajecito que nos da".
Salimos dispuestos a dormirnos cuanto antes pero era imposible no ir haciéndole un seguimiento al conductor, no paraba quieto. Encendió el GPS y se lo pasó a Felipe (que iba en el asiento reservado para el guia) pero Felipe no llevaba las gafas de ver por lo que me ofrecí para introducir los datos en la maquinita. Estaba interesante, era la primera vez que manipulaba un bicho de estos. No fue gran cosa, la mas de las veces servía para que Gonzalo (el conductor) le llevara la contraria y no le hiciera ni maldito caso. Si al menos la señora que indicaba la ruta le regañara o le discutiera como le ninguneaba...; pero nada, la pobre con una santa paciencia rediseñaba la ruta de nuevo.
Hubo que parar en medio de ninguna parte para cumplir la normativa de descanso de media hora cada cuatro. Y en medio de ninguna parte no había donde tomar un café ni ná de ná. Bueno, el caso es que llegamos sobre las 10 de la mañana a Granada y la primera sorpresa fue pasar por delante de la plaza de toros. Habíamos estado calculando la ruta desde el hotel a la plaza en el curso de "Google Earth" que estamos haciendo en el telecentro (dos de las alumnas son muy aficionadas a los toros y también iban en esta excursión).
Dimos un garbeo por el centro de la ciudad y hay que decir que estaba preciosa. Es una ciudad amable y bonita muy bonita, sobre todo cuando ves pasar a las mujeres vestidas de faralaes (hay por ahí un autor que dice que faralaes es de turista recién bajado del AVE), el atuendo supongo que es porque eran las ferias. Unas cervecitas y a comer que después no esperaba la Alhambra (hay que votar por ella). No me meto a contar porque da para tres o cuatro artículos ella solita.
Otra vez al autobús de los Amores para cenar y acicalarse que teníamos contratado un guia para para las actividades de la noche.
Cuando casi ya estábamos llegando al hotel vemos policías y el tráfico parado. Una manifestación para concienciarnos sobre el uso y abuso de los combustibles y para hacer carriles bici en la ciudad. Después de dicho esto entenderán que lo que mas nos llamó la atención es que iban en bolas (no olviden que eramos un autobús de 56 plazas repletito de amas de casa, la mayoria sin sus santos varones)
Sacamos las cámaras de foto (como soy minimalista y no me gusta llevar muchos cacharritos utilizo la cámara de mi teléfono móvil) y cual fue mi sorpresa al ver una señal de prohibido en mi visor, lo primero que pensé es que me había pasado haciendo fotos en la Alhambra (que también) y no pude hacer mas de dos al persistir la señalita. Había una pregunta que me rondaba la cabeza ¿desde cuando este aparato me devuelve semejante señal de prohibido? a la que no le hallaba respuesta. La respuesta llegó cuando descargué las fotos en casa pero ya era demasiado tarde
.... hay que ser torpe.... pero le pediré a las otras que me pasen algunas fotos, los chavales que iban en primera línea tenían unos cuerpitos que quitaban el hipo. A ver si con un poco de suerte me pasan algunas y las publico. En otro artículo les cuento el resto del viaje
7 comentarios:
eres alucinante,maría!! me lo he pasado muy bien con tu microrrelato, el final es único, entre sardónico y mordaz...(ja, ja,...)aún me dura la gracia...
a ver si publicas la 2ªparte.
te esperamos,un besito.
Jajaja, queremos más instantáneas "prohibidas"
Parece que la segunda parte se hace esperar...esperar...esperar...
Vaaaaaaaaaale, ya me pongo.... pero no espereis gran cosa ¡eh!
Jo, estuve ese finde en granada también y me perdí la mani... Por lo demás, me encantó Granada.
Gracias por tu visita gre y/o evla. Hay que volver a Granada cuando esten los leones, que me los perdí y supongo que tu también
Que cosa más rara, ahora me llamo algo de mi ¿Qué habré hecho?
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