Espíritu navideño

Se supone que es el mejor mes del año, hasta disponemos de vacaciones. Pero la cosa ya empieza mal cuando te mandan una nota de la escuela en la que te dicen en calidad de qué participará tu hijo en el festival de navidad. Te entra un miedo hasta que la abres y lees "pastorcito", entonces te relajas porque se soluciona llamando a tu madre para que saque del baul el traje de pastor talla 3º curso de primaria, en esta familia nos hemos especializado en pastorcitos y tenemos trajes para todas las tallas hasta 6º curso.
Luego llega el tema del belén o nacimiento (somos muy tradicionales y ecologistas por lo que en mi casa no ponemos arbol) que para este año creo que lo vamos a pintar en el espejo del aparador; es grande, hay espacio y da hasta para el castillo del rey Herodes. Hay que reconocer que en una casa de 70 metros cuadrados no hay ni para poner el misterio de pie, que te ves negra para encontrar una virgen María en esta posición, ni que decir tiene que el niño sin cuna, en los brazos de la madre (hay que economizar espacio, ahora se llama decoración minimalista). Lo que no tengo muy claro es con qué lo vamos a pintar, no vaya a ser que utilice el material equivocado y tengamos misterio hasta los carnavales.
Aunque el tema más escabroso es con quien nos toca la nochebuena y la nochevieja. Desde el principio de la era Grados Arroyo decidimos nochebuena con los tuyo y nochevieja con los mios pero es que mis suegros son itinerantes y nunca sabemos donde terminaremos poniendo el huevo. Despues de largas negociaciones parece ser que este año nos vamos a Guadalajara.
Faltan palos que tocar, el gordo de navidad y los reyes magos. Pero eso ya será tema para otro artículo, a ver si este año tenemos suerte y no pensamos en la salud el día 22.